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Abogados Accidentes Tráfico Sevilla

Abogados accidentes tráfico Sevilla

Normalmente, contar con el asesoramiento de abogados de accidentes de tráfico en Sevilla se hace más que una necesidad, pues es la única forma de garantizar un buen resultado en un procedimiento por un accidente de tráfico, de los muchos que en nuestras ciudades se producen cada día, ya que los distintos procedimientos pueden presentar una variedad amplia de posibilidades.

En mi experiencia como abogado de accidentes de tráfico son muchos los procedimientos que he llevado, y he podido constatar, en su inmensa mayoría, que muchas personas no conocen la necesidad de que el asunto sea dirigido y encabezado, efectivamente, por un abogado de accidente de tráfico que sea capaz de guiarle durante todo el proceso.

Por tanto, desde el mismo momento en que una persona sufre un accidente, le aconsejo que se ponga en contacto, a la mayor brevedad, con abogados de tráfico para poder empezar las actuaciones de manera coordinada y obtener una justa indemnización por los daños que se hayan podido sufrir como consecuencia de ese accidente.

Abogados accidentes tráfico Sevilla: El caso de Teresa H. G.

A mi despacho acudió Teresa H. G., que conocía mi especialización como abogado en accidente de tráfico y abogado de accidentes y seguros, por lo que no dudó en ponerse en contacto con mi despacho para encomendarme la dirección de su asunto, y poder así obtener un resultado satisfactorio tras su accidente.

Cuando Teresa H. G. iba conduciendo su motocicleta recibió el impacto de un vehículo que no respetó un semáforo en rojo (obligatorio), derribándola y causándole daños de consideración. La moto también se vio seriamente afectada. Enseguida intentó localizar un despacho de abogados de accidentes de tráfico en Sevilla.Previous capture

Era una cuestión más que evidente que la responsabilidad recaería en el conductor del coche, que dio positivo en la prueba de alcoholemia. Además de tener esa circunstancia en su contra, eran muchos los testigos que habían presenciado el accidente y que aseguraban que dicho vehículo se había saltado el semáforo.

Así que, en cuanto accedí a asumir la representación de Teresa H. G. en el procedimiento, me personé en el Juzgado a fin de obtener copia de las actuaciones judiciales y, de esa manera, comenzar a preparar las acciones que llevaríamos a cabo para encauzar el asunto: preparar una denuncia sobre los hechos acaecidos.

El examen del médico forense

Con la interposición de la denuncia solicité que Teresa H. G. fuera examinada por el médico forense del Juzgado, ya que había sufrido lesiones de consideración y, además, se encontraba impedida para sus ocupaciones habituales, lo que le llevó incluso a darse de baja laboral por la imposibilidad de acudir diariamente a su centro de trabajo.

Examinada por el médico adscrito al Juzgado, el mismo corroboró las lesiones y el periodo de baja, valorando aquéllas en6.700€, cantidad que recogía tanto las lesiones y las secuelas padecidas como el periodo que la misma llevaba de baja por el accidente, cuestiones ambas que le impedían desenvolverse en su día a día con normalidad.

Paralelamente, llevé la motocicleta a un taller de confianza de Teresa H. G. a fin de que fuese examinada por sus mecánicos y, de esa manera, pudiéramos obtener un presupuesto de reparación por los daños ocasionados por el vehículo contrario. Éstos fueron evaluados en la cantidad de 900€.Next capture

La respuesta de la aseguradora contraria

Al poco de iniciar los trámites recibí muy pronto la llamada de la compañía aseguradora contraria. En ella me comunicaron que no podían hacer otra cosa que reconocer la responsabilidad de su asegurado, al ser claramente atribuible al mismo el accidente, sin perjuicio de las reclamaciones entre ellos por su grado de intoxicación etílica.

Sin embargo, y aunque el total de los daños ascendía a la cantidad de 7.600€, hicieron una primera oferta de tan sólo 5.000€, que fue trasladada inmediatamente a Teresa H. G., que la rechazó, ya que el perjuicio que se le había causado tras el accidente no se vería reparado con tal cantidad. Así se lo hice ver a la aseguradora con la que estábamos negociando.

Su nueva respuesta no se hizo esperar. Finalmente, y tras limar algunas aristas del asunto, accedieron a llegar a un acuerdo por el total de los daños que había sufrido Teresa H. G., así en su persona como en su motocicleta, por un importe de 7.600€, si bien nos informaron de que posteriormente reclamarían dicha cantidad a su asegurado.

El pago y la resolución

Informada mi clienta sobre los extremos del acuerdo aceptó inmediatamente, ya que esa cantidad era la que efectivamente el médico forense y los mecánicos habían calculado, además de ser necesaria para poder afrontar sus gastos habituales. Así que le manifesté a la compañía de seguros la conformidad con el acuerdo.

A los pocos días Teresa H. G. me comunicó que había recibido una transferencia directa por parte de la compañía aseguradora contraria. De ese modo, puesto en contacto previamente con la misma, presenté un escrito al Juzgado por el que informaba del acuerdo alcanzado y en el que solicitaba la no apertura del procedimiento.

Por último, Teresa H. G. acudió a mi despacho para agradecer mi labor y el asesoramiento recibido durante todo el procedimiento, asegurando que sin mi intervención no hubiera sido posible que el asunto llegara a buen puerto y afirmando, además, que hablaría de mi labor como abogado especialista en la materia.

Asesora legal por oficio y vocación.
Me gusta escribir artículos en mis ratos libres y colaborar con varias webs y medios de prensa.
Actualmente terminando de cursar el Grado de Derecho en la Universidad Complutense.
Si tienes dudas o necesitas que te ayude, no dudes en escribirme.
Ariadna Martinez Campoy
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